Las dificultades en idear sistemas seguros de contacto fueron reconocidas bien y las causas de los desperfectos fueron sabidas. Los contactos del oro y de la plata fueron utilizados para evitar los desperfectos, sin embargo toma solamente una partícula de polvo para hacerlos inoperantes con la presión ligera disponible del péndulo.
¡Charles Wheatstone imaginó una solución para este problema!
Charles Wheatstone
Coincidiendo con la sugerencia de Steinheil,
en 
1870 Charles Wheatstone utilizó un reloj pesado, pesa conducida, con
un péndulo ligero que llevó una bobina, pasando sobre dos imanes
permanentes. Las oscilaciones rápidas de la bobina introdujieron corrientes
electromagnéticas (corrientes de Foucault), invirtiendo cada oscilación.
Las corrientes inducidas fueron utilizadas para impulsar los relojes secundarios
sin la necesidad de contactos de otra clase.
Ya en 1840 Wheatstone presentó su proposición para utilizar estas corrientes electromagnéticas pero fue hasta 1870 antes de que este reloj fue construido. Sin embargo, las corrientes de Foucault inducidas interfirieron despiadadamente con la libertad del péndulo que lo hizo necesario para sincronizar su reloj cada hora. Un ensayo breve de su sistema fue dado en la universidad de Londres pero pronto fue abandonado. Ahora este reloj se exhibe en el museo de la ciencia de Londres..
El
escape de retroceso dibujado en este grabado no es correcto. En realidad un
escape más complicado fue utilizado.
En 1900 Martin Fischer de Zurich utilizó este principio con éxito.
En su patente nr.19701 él utilizó un reloj principal con un
mecanismo, pesa conducida, de la alta calidad, el cual torneó cada
minuto una bobina entre los polos de un imán permanente fuerte. Las
corrientes de Foucault inducidas fueron utilizadas para conducir los relojes
secundarios.
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